Cuando deje de soñar, olvidaré que bailaba en una de esas fiestas al aire libre con Frank Sinatra de fondo, camareros sonrientes uniformados ofreciendo champán y gente de etiqueta. Olvidaré al hombre que tocaba el piano, como en aquella película...El pianista.Pero esta vez sin sonido de fusiles de fondo ni miradas tristes y enloquecidas, solo gente bailando.Olvidaré también que me acerqué a él,le susurré al oído una canción y empezó a tocarla solo para mí mientras yo miraba cómo sus dedos acariciaban todas y cada una de las teclas blancas y negras que hacían sonar la música, mi música. Sacaré de mi memoria la fotografía que hice de aquel cielo de ébano plagado de estrellas y olvidaré cómo sus ojos brillantes y emocionados miraban los labios que le habían pedido que hiciera lo que mejor sabía hacer mientras mis pupilas intentaban memorizar el recorrido que hacían sus manos como queriendo retener aquel momento para el resto de su vida.
Pero cuando deje de soñar, lo olvidaré todo, se caerá el cielo sobre mi cabeza y se apagará la música. La gente volverá a empuñar las armas, cambiará su ropa por hipocresía y el champán por odio. Entonces,yo me sentaré junto al hombre que tocaba el piano, pondré mis manos sobre las suyas y las protegeré de todo para que cuando vuelva a soñar puedan otra vez acariciar las teclas y suene de nuevo una canción para mí.
Pero cuando deje de soñar, lo olvidaré todo, se caerá el cielo sobre mi cabeza y se apagará la música. La gente volverá a empuñar las armas, cambiará su ropa por hipocresía y el champán por odio. Entonces,yo me sentaré junto al hombre que tocaba el piano, pondré mis manos sobre las suyas y las protegeré de todo para que cuando vuelva a soñar puedan otra vez acariciar las teclas y suene de nuevo una canción para mí.
Pero solo cuando deje de soñar.